
Por Omar Lugo en El Estímulo
Amenos que ocurra un evento inesperado de última hora, los ya menguados partidos y liderazgos que durante dos décadas se han opuesto al chavismo están hoy amenazados con desaparecer como dinosaurios. O en todo caso, de quedar mal heridos en las elecciones de gobernadores y alcaldes del 21 de noviembre.
Al menos, es lo que indican las evidencias, las tendencias en las encuestas y algunas opiniones de expertos y votantes comunes.
“Solo hay chance de ganarle al chavismo con unidad. La gente está decepcionada de lo mismo”, dice a El Estímulo un precandidato a alcalde, de las filas de la oposición.
En la calle pocos entienden el empeño de mantener una posición fragmentada, cuando es obvio que el chavismo es fuerte justamente por su unidad.
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