Las mujeres representan el 50% de la población y esa tendencia parece mantenerse no sólo a nivel global sino también regional. Sin embargo, hoy, ese 50% que son mujeres no están equitativamente representadas en jefaturas de gobierno, congresos/parlamentos/o asambleas nacionales, militancia en partidos políticos, la academia, rangos altos y medios de empresas privadas, entre otras áreas.
Sin duda, progresos se han generado. Sin embargo, esos progresos han sido lentos y en algunas áreas y disciplinas, esos progresos son aún ilusorios. Aunque hoy se habla más abiertamente sobre la cultura discriminatoria hacia la mujer y la lucha por los derechos civiles y políticos de la mujer, esta lucha ya había sido abordada en el siglo XX en varios niveles, ya sea internacional, regional, o local[1]. Por ejemplo, a través de la convención interamericana sobre concesión de los derechos civiles a la mujer[2] adoptado por la Organización de Estados Americanos (1948); la convención sobre los derechos políticos de la mujer[3] aprobado en 1952; la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer[4] (1979); la declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer[5] (1993); y la declaración y plataforma de acción de Beijing[6] (1995).
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