![Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3F7X4G5OKXAJQKNSQP5SVGOCLA.jpg?auth=9a53a1fda8a724159e23ce5407640f9974569905e15b002a114778f0b4a2597a&width=414)
Trujillo, Falcón, San Fernando de Apure, Carora y Barquisimeto, Ciudad Bolívar, Monagas: las giras que adelanta el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, en respaldo al candidato oficialista Nicolás Maduro, han tomado, al menos, el cuidado de coincidir con todos los destinos escogidos por la líder opositora María Corina Machado para hacer campaña. Ahí donde llega Machado –ahora acompañada del candidato presidencial, Edmundo González Urrutia-, se presenta Cabello fustigando a sus adversarios, clamando contra las sanciones internacionales, profiriendo amenazas, pasando revista a su militancia y chequeando los mecanismos logísticos del 1X10 para el remolque de votantes (la propuesta de que cada chavista arrastre a diez personas de su entorno).
La circunstancia ha causado cierta extrañeza porque, si de algo se ha cuidado el chavismo siempre, es de llevarle la delantera a sus adversarios en la agenda informativa. Las actuales concentraciones oficialistas se hacen habitualmente bajo el llamado de protestar contra las sanciones internacionales, como responsables de la parálisis del país, y acusar a la oposición venezolana de promoverlas. Es decir, culpar a Machado por esto.
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