
En octubre de 2021 la poeta venezolana Yolanda Pantin recibió el Premio de Poesía Federico García Lorca en el marco del Festival de Poesía de Granada. Los organizadores me invitaron a conversar con ella, en mi calidad de prologuista y responsable de la edición de Pre-Textos de País. Poesía reunida (1981-2011). Pantin es autora, entre otros libros, de Lo que hace el tiempo (2017) y El dragón protegido (2021).
EN SU AUTOBIOGRAFÍA LA LENGUA SALVADA, ELIAS CANETTI REMEMORA SU PRIMER RECUERDO. ERA UN NIÑO DE CUATRO AÑOS Y ADORABA A SU NANA. UN DÍA DESCUBRE QUE EL JARDINERO DE LA CASA, A ESCONDIDAS, LA CORTEJABA. EL NIÑO CELOSO LOS SORPRENDE UN DÍA DÁNDOSE UN BESO. EL JARDINERO, PARA EVITAR QUE LOS DELATE, LE HACE EL GESTO DE PASARSE EL DEDO ÍNDICE SOBRE LA LENGUA, COMO QUIEN DICE: “SI DICES ALGO, TE LA CORTO”. ESE SILENCIO A CAMBIO DE SALVAR SU LENGUA FUE SU RECUERDO MÁS REMOTO. ¿CUÁL SERÍA EL TUYO?
Esa pregunta es muy difícil. ¿La primera imagen? ¿El primer recuerdo? Creo que podría contestarte leyendo un poema de El dragón protegido, que es mi último libro publicado. Lo hago porque siento que viene a cuento. Se titula “Premonición” y dice así: “Mi primer recuerdo / es la afirmación en el no. // Caía un aguacero / a la altura / de las estaciones / de gasolina, casi / llegando / a Turmero. Nada, // ni la oración a San Isidro / como un mantra, / cantada, / podía / con el llanto. // Era el miedo / sentido / como premonición. // No, no, decía mi abuela / que decía el limpiaparabrisas. // No. / No. // Con un dejo / profundo.” Yo creo que ese es mi primer recuerdo, que luego surgió con nitidez, porque de alguna manera se me quedó grabada esa lluvia torrencial en una autopista entre Caracas y Turmero. La lluvia no nos dejaba ver. Yo estaría muy pequeña, pero la imagen se me quedó grabada. Mi abuela trataba de distraerme con el movimiento del limpiaparabrisas. Y cuando decía No, no, no imitaba el movimiento, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, en forma de arco. Ahora veo lo que esa afirmación del No ha significado a lo largo de los años. Ese primer recuerdo ha cobrado sentido en el tiempo.
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