
“Cuando el manto de Dios pasa por la historia, hay que saltar y agarrarse a él”. Lo dijo Otto von Bismark, canciller alemán de finales del siglo XIX. Frase repetida por otro canciller germano, Helmut Kohl, más de un siglo después -en tiempos del delicado proceso que condujo a la reunificación de Alemania-, con una aclaratoria importante: “Para eso tienen que darse tres requisitos: en primer lugar, hay que tener la visión de que se trata del manto de Dios. En segundo lugar, debe sentirse el momento histórico; y en tercer lugar, hay que saltar y querer agarrarse a él. Para esto no sólo se requiere valor. Se trata más bien de valor e inteligencia. Porque en la política no se puede actuar (…) arrollando al enemigo en un ataque por sorpresa; eso no es ningún modelo para la política”.
Palabras que vienen al caso para nuestra situación en este período marcado por la búsqueda de la unidad opositora para derrotar a Nicolás Maduro. No es la primera vez que creemos ver pasar el manto de Dios y la unidad es una palabra que, como todas, tiene diversas formas de entenderse. Para muchos políticos nuestros, la unidad es una especie de inercia dictada por sus conveniencias cotidianas e inmediatas: ser elegido para un cargo público. Suelen concebirla así aquellos que han hecho de la política su modus vivendi, dicho en el buen sentido. Han dedicado su tiempo a ese ejercicio y si no tienen un resultado inmediato, aunque sea subóptimo, no tendrían de qué vivir. Sus decisiones son absolutamente racionales si se juzgan desde la óptica de sus fines. En su caso, el manto de Dios es una sumatoria de votos, que no importa que alcance para derrotar a Maduro, si sirve para que lo elijan a él de algo. Esos no nos sirven.
Para quienes tienen la visión de que el manto de Dios está pasando por enfrente y una noción clara del momento histórico que vive Venezuela, como sería la exigencia, la racionalidad es otra. Tienen por delante una inmensa tarea: gestar un gran movimiento político, con un discurso que una a los venezolanos en torno a la necesidad de derrotar a Maduro y poner fin a nuestra tragedia. Ese es el manto, ese es el objetivo.
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