
Unas dos decenas de yanomamis salieron de la selva, portando machetes y arcos y flechas de dos metros. Photographs by Victor Moriyama
Por Jack Nicas
Jack Nicas, corresponsal del Times en Brasil, y el fotógrafo Victor Moriyama acompañaron a un grupo de agentes brasileños en un viaje en helicóptero de unos 250 kilómetros a través de la selva amazónica en busca de minas de oro ilegales.
TERRITORIO INDÍGENA YANOMAMI, Brasil — La mina ilegal de estaño era tan remota que, durante tres años, el enorme tajo que había abierto en la selva amazónica había pasado casi desapercibido.
Por eso, cuando hace poco tres misteriosos helicópteros sobrevolaron la zona sin previo aviso, los mineros que vivían allí se refugiaron en la selva.
Para cuando el equipo de las fuerzas especiales de medioambiente de Brasil llegó, los mineros ya no estaban a la vista, pero las dos grandes bombas de la mina seguían vibrando en el barro. Los agentes federales empezaron a rociar las máquinas con diésel.
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