
“Este vainón que nos dejó
Chávez no tiene nombre”.
Elías Pino Iturrieta
La represión que hemos visto en el pasado reciente contra los manifestantes pacíficos, ratifica la sumisión de una institución, que debiendo estar al servicio de la República, hoy groseramente sirve al desgobierno aposentado en Miraflores. Así vemos a la FAN con el terrible adjetivo “bolivarianas”, cuyos jefazos no abandonan los lugares comunes, frases edulcoradas de sinsabores y reiteradas consignas que conducen a la vergüenza propia y ajena.
Sin más preámbulos ni análisis semióticos de la arenga milica, debemos advertir que los militares, no solo desprecian a la democracia y sus valores, a la República y sus principios, sino también nuestro derecho a vivir en paz. Por eso lo huellan a cada rato.
No sé si el marrón sospechoso ha llegado en su plenitud a las altas esferas del poder, aun a los cuarteles, lo que sí es evidente es que hoy la peste da paso al verde vergüenza para que, junto al rojo sangriento de la barbarie chavista, y eternizados en el poder como pretenden, terminen de acabar con lo que queda de país.
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