
“Fue abogado, periodista, político, estadista y diplomático; de hecho, uno de los creadores de la política exterior de Venezuela y la Gran Colombia. Cada vez que la República lo necesitó, el hombre brincó. (…) Pedro Gual representa la fe inquebrantable de un venezolano en el destino promisorio del país, aunque esto suponga un oneroso costo personal”.
Pedro Gual fue encargado de la Presidencia en tres ocasiones y no solo murió en la mayor pobreza, sino que a más de dos siglos de su nacimiento permanece en el olvido. No hay, hasta donde sepamos, la calle Pedro Gual, la escuela Pedro Gual. Una injusta omisión, puesto que se trata de un caraqueño que prestó importantes servicios al país.
Pedro Gual. No Manuel Gual. La confusión es comprensible. Pedro Gual era sobrino de Manuel Gual, quien, junto a José María España (ambos, hijos de españoles) protagonizó la primera conspiración por la independencia de la América española. A España lo decapitaron y descuartizaron en la Plaza Mayor de Caracas el 8 de mayo de 1879, mientras que Gual murió envenenado por un espía de la corona, al año siguiente, en San José de Oruña, Trinidad, donde se había exiliado.
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