
No es una costumbre demasiado nuestra, la de los Reyes Magos. Aquí regala sobre todo el Niño Jesús el 25 de diciembre. La cabalgata y los regalos de reyes son especialmente tradición española. Y en cuanto al resto del mundo, además de la región Centroeuropea, Bélgica, Austria, Polonia o Alemania, se conserva también en algunos otros países en los que en épocas pasadas hubo una importante presencia de España. Argentina, México, Paraguay y Cuba, por ejemplo. Ocurre lo mismo en Filipinas, que fue colonia española.
Cuando yo era niña, el misterio que envolvía a esas tres figuras llenas de majestuosidad, ropajes, joyas y bienaventuranzas, atrapaba mi imaginación. Y mi curiosidad. De toda aquella estampa del nacimiento de Jesús -de lo que como judía, por cierto, no dudo (una vez un correligionario ortodoxo me contó que Jesús aparecía en el Talmud, libro hebreo “que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias y leyendas. Un inmenso código civil y religioso, elaborado entre el siglo III y el V por eruditos hebreos de Babilonia y la Tierra de Israel.
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