
La segunda rebelión en menos de un año sembró de muerte el país. Esta vez los responsables eran oficiales de la Aviación y el miedo se propagó por una ciudad sitiada, en una mini guerra civil que afortunadamente duraría pocas horas.
Estábamos en una casa en el este de la ciudad, muy cerca de Petare, cuando Melisa Soto, periodista de VTV, me vino a buscar temprano en la mañana, a bordo de un Volkswagen escarabajo que trepidaba como un martillo de reventar calles. Lo primero que se nos ocurrió fue agarrar un palo de escoba y amarrarle una sábana blanca para salir rumbo al Canal 8, como le decíamos a VTV por aquél entonces.
La radio transmitía en vivo y directo un combate entre tropas rebeldes, milicianos civiles y policías y guardias nacionales. Era la segunda entrega de un desastre histórico que había comenzado el 4 de febrero de ese mismo año.
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