
La estatua original de María Lionza, obra del escultor Alejandro Colina, bajada de su pedestal hace 18 años para ser restaurada, fue extraída del galpón donde se encontraba resguardada por la Universidad Central de Venezuela, propietaria de la obra, y en la madrugada del 2 de octubre fue trasladada a Quibayo, una zona rural del estado Yaracuy, donde se le venera como una deidad.
LaAlianza Rebelde Investiga (ARI) integrada por TalCual, El Pitazo y Runrunes, publica los hallazgos del especial “El último viaje de María Lionza”, y siguió el rastro desde Caracas hasta Yaracuy para demostrar cómo varias instituciones del Estado prepararon silenciosamente la salida del monumento desde la UCV hasta Yaracuy.
El traslado comenzó en la madrugada del 2 de octubre, pero el proceso se remonta a por lo menos dos meses antes. La estatua de María Lionza, acostada en la carga de un camión y cubierta con lonas, salió del galpón de la hacienda Ibarra en la Ciudad Universitaria.
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