Opinión | La cocina en oriente comienza en Lechería, por Miro Popić


Los que se asustan porque en Caracas abre un nuevo restaurante cada semana (no es así, pero bueno), deberían ir a Lechería, en Anzoátegui, donde abren dos cada semana (tampoco es así, pero parece). Increíble cómo se ha transformado ese pequeño municipio de apenas 12 kilómetros cuadrados, ubicado en el istmo que lleva al Morro, entre Puerto la Cruz y Barcelona. Estuve allí en el marco de Lechería Gastronómica Food Festival y quedé con la boca abierta, si no, cómo hago para probar tanta cosa buena que tuve oportunidad de degustar. Me recordó en cierto modo a la zona de Las Mercedes en los buenos tiempos, pero mejor. Esta vez, la mayoría de los actores son venezolanos, de la zona o de la región oriental del país, con propuestas sustentadas en el producto local y unas ganas enormes de hacer país desde lo alimentario, creando nuevos productos, reforzando los existentes, dando oportunidades a todos para prosperar con sudor propio.

Greenhaus Krause debe ubicarse entre las mejores panaderías del país —y vaya que las tenemos buenas y muchas— por la concepción del lugar y la calidad de lo ofrecido. Una huerta acuapónica con hierbas aromáticas y otros cultivos que forman parte del menú diario. Una panadería donde todo lo que sale de los hornos está hecho con masa madre de larga fermentación, con una variedad distinta a lo normal en otros locales, incluidas las pizzas. Una cafetería donde los granos seleccionados son tostados diariamente a la vista de todos. Todo, creación de Carmen Krause, quien comenzó haciendo panes especiales para su hijo y, visto los resultados, decidió compartirlos. Ojalá en cada ciudad tuviéramos algo así de bello, hecho por gente bella.

Fue una sorpresa encontrar nuevamente activo El Parador del Puerto, uno de los restaurantes más antiguos del país. Lo recuerdo de hace unos 50 años en el centro de Puerto la Cruz, especialmente porque uno hacía el viaje solo para probar el famoso mero a la sal que llegaba a la mesa cubierto de una generosa capa de sal horneado a fuego lento que, una vez abierta, mostraba la blanca carne del pez transformada en deleite marino. Hoy está ubicado en la marina Américo Vespucio, en un moderno ambiente con enorme jardín frente a los canales. La cocina la maneja Ibsen Fuentes, quien concilia la cocina de tradición con propuestas modernas, siempre ancladas en la sazón sustentada en el producto. Prueben el socarrás de lengua que hace Ibsen.

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