
- Valentina Oropeza Colmenares – @orovalenti
- BBC News Mundo
La Iglesia Episcopal de San Andrés estaba en caos cuando llegó el abogado Ivan Espinoza-Madrigal. Voluntarios recolectaban comida, ropa, juguetes y medicamentos, para asistir a un grupo de migrantes que aterrizaron intempestivamente el miércoles 14 de septiembre de 2022 en Martha’s Vineyard, una isla turística de mansiones multimillonarias ubicada al sur del estado de Massachusetts.
Espinoza-Madrigal se trasladó hasta la iglesia desde Boston, donde dirige la organización Abogados por los Derechos Civiles, que brinda asesoría legal a personas de bajos recursos, especialmente migrantes, en Massachusetts.
El primer obstáculo que afrontaba aquel intento de ayuda espontáneo pero desordenado era el idioma. Los voluntarios hablaban inglés. Los migrantes, español. La mayoría había llegado a Estados Unidos escapando de Venezuela, la mayor crisis migratoria del mundo después de Ucrania, con una diáspora de 6,8 millones de personas según Naciones Unidas.
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