Caracas.- Perla es rubia, pálida y está siempre acompañada de un hombre con una camioneta blanca: así  recuerdan los venezolanos  a la misteriosa mujer que los engañó para llevarlos hasta Martha’s Vineyard, el sitio de descanso favorito de los millonarios estadounidenses, para depositarlos allí como si se tratara de basura. Un acto inhumano y cruel que llevó a cabo fríamente, llenando dos aviones de familias con niños y que hizo recordar aquellos trenes llenos de judíos indeseables que Hitler trasladaba engañados a los campos de concentración.

Inicialmente, Perla se acercó a los venezolanos para «ayudarlos». Los alojo en un hotel cercano al Centro de Inmigración en San Antonio, Texas, y cuando ya obtuvo su confianza, se dedicó a reclutar a algunos jóvenes, a quienes les ofreció 200 dólares a cada uno, para que la ayudaran a reunir un grupo grande de migrantes para ofrecerles trabajo y seguridad en Boston. Con el pequeño detalle adicional – lo que desnuda la crueldad de la operación- que la mayoría de los trasladados ya tenían cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el 19 de septiembre en San Antonio. Cita que perdieron por el viaje a Marthaś Vineyard, lo que podría ponerlos en riesgo de deportación.

Un maltrato que según el jefe del Departamento del Alguacil del Condado de Bexar, Javier Salazar, debe tener consecuencias legales y decidió abrir una investigación: «Estamos trabajando con abogados privados que representan a las víctimas, así como con organizaciones de defensa de sus derechos”, dijo el alguacil. “Este caso molesta a muchas personas en nuestro país. Estas personas (los migrantes) no estaban haciendo nada a nadie. Alguien vino y abusó de su confianza”, expuso.

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