Opinión | El rey Carlos III y sus minas de ultramar, por Leonardo Aranguibel

A comienzos de los años 90 me correspondió dirigir un documental sobre el calipso y sus cultores en el estado Bolívar. Uno de los momentos que más agradezco en mi carrera, y en toda mi vida, fue el haber sido recibido en su casa de El Callao por don Carlos Small, el gran ícono histórico de esa hermosa tradición. Me sorprendió ver en el comedor unas fotos de él con los por entonces felices príncipes de Gales Carlos y Diana, muy relajados en la mesa familiar, riendo como si no fueran de la realeza y no los acecharan las tragedias.

Al concluir la grabación prevista, don Carlos nos contó su relación larga y sostenida con ellos. Yo no podía creer que ellos conocieran y disfrutaran tanto aquellas tradiciones, que comían allí cada vez que subrepticiamente visitaban nuestro país para supervisar sus negocios reales de minería. Al terminar nuestra larga conversación, con el minicrew que llevábamos esperando en la van que nos llevaría de vuelta a Puerto Ordaz, nos despedimos de don Carlos entre lágrimas.

Lee más en Runrunes

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s