
Por Jhonson Franco
Ver el currículo de alguien que dice que la falta de concentración y el desapego a los estudios formales fue lo que la llevó al diseño gráfico, y luego observar que tiene una larga carrera en su área, además en la escritura y la educación, es algo que descentra a cualquiera.
Ana Black reconoce que “no tenía concentración. El colegio no me interesaba. Andaba dispersa”; o quizás, como le dijo un amigo psiquiatra, el problema podría no ser suyo, simplemente a ella no le interesaba lo que estaba oyendo.
Aquella hipótesis se hizo real cuando Ana, después de terminar el bachillerato y sin saber a qué se dedicaría, pisó una escuela de diseño gráfico. “Cuando vi a un poco de gente sentada en mesas dibujando, pintando, dije: ‘esto es lo que quiero hacer’, y por ahí me enrumbé”, cuenta la egresada del Instituto de Diseño Neumann.
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