Caracas. El atentado, que merecería una serie en Netflix sobre crímenes de la vida real, fue tan meticulosamente estudiado que la ucraniana Natalya Vovk logró alquilar un apartamento en el mismo edificio donde vivía Daria, la hija de Alexander Dugina, el llamado «cerebro» de Vladimir Putin. También logró conseguir entradas para el Festival Tradición, donde asistirían Daria y su padre en calidad de invitados de honor. Un acto de alto riesgo para la espía ucraniana porque llevó a su hija de 12 años consigo, probablemente para despistar aún más a las autoridades.-

De hecho, el informe oficial de inteligencia ruso concluyó que Natalya llegó a Moscú en un automóvil Mini Cooper acompañada de su hija. Y si bien las grabaciones de seguridad, tanto de los peajes como del edificio, muestran un número de matrícula específico, los rusos lograron determinar que la ucraniana llevó consigo 3 juegos de matrículas para el automóvil y un conjunto de documentos para cada cual, lo que indica un estudio serio de la operación por parte de los servicios especiales.

«Pienso que hay que matar y matar a los ucranios.No hay más nada que decir. Como profesor, lo creo», ha dicho Alexander Dugin a propósito de la invasión a Ucrania, pensamiento que ha apoyado su hija, ambos pertenecientes al ala radical del régimen de Putin.

Luego del atentado, un periodista de Pravda fue al edificio a investigar qué tan cerca estaban las viviendas de ambas mujeres y escribió » Miré desde el interior del patio la ubicación de estas entradas y quedé asombrado. Las ventanas de la ucraniana Natalya Vovk van casi directamente a las ventanas de Daria Dugina. Ella podía observar durante todo el día si Daria estaba en casa y qué estaba haciendo».

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