
Caracas. «Teniente retirado del Ejército denunció que el hampa incursionó en su vivienda del Valle de Guanape, Anzoátegui. Hurtaron nueve botellas de whisky, 3 de ron edición especial, cajas de cerveza, Nutella y aceite de oliva». La noticia publicada por el periodista Javier Ignacio Mayorca, uno de los más serios en su área, especializado en criminalística y miembro del Observatorio Venezolano del Crimen Organizado, escandalizó a algunos pero hizo reír a cientos de seguidores del periodista, la mayoría de los cuales respondieron en clave de humor.
Porque cualquiera se imagina que irrumpir en la casa de un Teniente del Ejército llevaría el propósito de robarle armas o municiones, ya bastante grave por cierto. Pero arriesgarse a semejante crimen para cargar con cajas de cerveza, botellas de whisky y de ron- «Edicion Especial», ojo-, más quién sabe cuántos frascos de Nutella y litros de aceite de oliva, no pudo culminar en nada más sino en un soberano chiste seguido de las suspicacias obvias.
«Que buena la Pensión de la Fuerza Armada. Da para todo. Quisiera un profesor universitario , a dedicación exclusiva luego de 30 años, tener aunque sea para tomarse un trago de Dragón», respondió @22galu, mientras otro follower de Mayorca mostraba un emoji llorón y escribía «Ecito, le quitaron sus chucherías». «Gourmet el milico», escribió otro y así sucesivamente. Una larga lista de bromas de distinto tenor y, por supuesto, la clásica reflexión sobre el origen de los bienes robados al Teniente retirado, cuya pensión alcanzará, si acaso, a 70 dólares luego de 30 años de servicio, según la tabla oficial. Cifra con la que el Teniente Coronel atracado no podría comprar no solo dos botellas de whisky sino un mercado medio decente que le permita a su familia comer quince días, si acaso.
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