
El incipiente crecimiento basado en el consumo emite señales de agotamiento. El país necesita inversiones
@vsalmeron
Tras una empobrecedora caída, el salario de buena parte de los venezolanos tocó piso en 2021 e inició un ascenso que les permitió consumir un poco más y sentir un cambio de tendencia; pero el optimismo comienza a debilitarse.
“Todo se está frenando. Mi sueldo, que no es ninguna maravilla, es mejor que el año pasado pero todos los precios suben”, dice Marielbis González quien trabaja como vendedora en una cadena de electrodomésticos.
El incremento de los salarios vino de la mano de la dolarización de facto. Cuando las empresas y los comercios pudieron facturar en dólares, el ingreso se estabilizó y las remuneraciones comenzaron a mejorar en una economía donde el gobierno dejó de aplicar controles y dio libertad para importar.
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