
Para la colonia italiana en Venezuela
Este artículo lo leyeron muchas personas cuando fue publicado, la primera vez en el año 2000, en El Universal. Recibí cartas entrañables, de italianos y descendientes de italianos agradecidos por mis palabras. Les aseguro que hoy siguen saliendo de mi corazón. Por ese artículo nació un vínculo de estrecha amistad con el doctor Gaetano Bafile, director del diario La Voce d´Italia; de los entonces embajadores de Italia en Venezuela, Adriano y Marina Benedetti y del grupo I Camerotani, quienes hicieron una obra de teatro para celebrar el día del santo patrono de Camerota, San Vicente Ferrer, donde la protagonista… ¡era yo! Por ese artículo me hicieron Cavaliere dell´Ordine al Merito della Repubblica Italiana.
Me lo encontré buscando entre los archivos guardados en un disco duro, y me emocionó recordar tantas satisfacciones que me trajo. Y pensé que ya creció toda una generación de descendientes de italianos que no lo leyeron en aquel momento. Comparto con ustedes, una vez más, mis sentimientos hacia un país que amo:
Yo admiro profundamente a Italia y a los italianos.
Hace poco me encontraba en un grupo en el que comparábamos las distintas idiosincrasias de los pueblos. Y todos coincidimos en lo maravillosa y encantadora que resulta la manera de ser del pueblo italiano.
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