
Caracas.- El Gabo nunca quiso que sus personajes tuvieran cara. Así se lo hizo saber no solo a su familia, cuando le preguntaban por qué no cedía los derechos de Cien Años de Soledad, sino a cuanto productor se le acercaba con la idea.
Según cuenta su hijo, el director de cine Rodrigo García, «en aquellos momentos la única manera de hacerla hubiera sido en Hollywood, en ingles y con Al Pacino como el coronel Aureliano Buendía, cosas que para él eran totalmente inaceptables.»
García Márquez insistía que su historia no cabría en una película ni en dos. «Alguna vez si llegó a decir: hombre si se pudiera hacer en 100 horas, en español y en Colombia, pues si me animo. Hasta que finalmente nos dijo: cuando yo esté muerto hagan lo que quieran…»
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