
Caracas.- El ingeniero Juan Rodríguez a veces luce una franela roja con la palabra ARTISTA grandota tejida en amarillo a la altura del corazón. Un poco más abajo, se lee «Ing. Juan Rodríguez», nombre que hasta hace poco había permanecido en el anonimato a excepción de los medios oficiales (que pocos leen), donde lo definen como Director del Conglomerado Industrial por la Paz y la Vida y responsable de «intervenir» (a los recién llegados al mundo del arte les encanta esa palabra) los distribuidores Metropolitano, Boyacá, La Bandera, La Araña, El Pulpo y la autopista Valle Coche, con réplicas de lado y lado de los clásicos geoglifos pemones y makiritares los cuales – gracias a Dios-, son al menos agradables de ver.
«La majestuosa escultura del Gran Cacique Guaicaipuro, para concretar el realce y embellecimiento de la autopista», como la califican en VTV, nunca fue sometida a licitación ni concurso alguno y, según cuenta su autora cámara, fue levantada bajo la inspección de la almiranta Ministra Carmen Meléndez ( la de la gestión perfecta en la alcaldía Metropolitana, como bien se nota), Jacqueline Faria (la que dejó El Guaire limpio y navegable) y el ministro Ernesto Villegas, que siempre dice la verdad menos cuando miente.
Rodríguez confesó a VTV que optó por «mezclar arte cinético y arte moderno» (como si «arte moderno» fuese lo actual) y que muchas de las ideas para la escultura se la sugirieron los ministros Villegas y la almiranta Meléndez.
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