
- Norberto Paredes @norbertparedes
- BBC News Mundo
En 2016, cuando la economía de Venezuela caía un 18,6% y la inflación rompía todos los récords con cerca de 800%, Fátima Camacho fue una de los millones de venezolanos que metieron sus vidas en una maleta y partieron al extranjero.
En ese entonces, el hambre, el desempleo, el alto costo de la vida y el pírrico salario mínimo, que no alcanzaba para cubrir la canasta básica, empujaron a muchos a buscar una mejor vida en otras naciones de Sudamérica y el mundo.
Y aunque muchos de esos problemas continúan para la inmensa mayoría, en abril pasado esta venezolana de 31 años pensó que ya era tiempo de regresar.
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