
La periodista Marina Ovsyannikova irrumpió la noche del lunes en el plató del principal informativo de televisión de Rusia con un cartel contra la guerra en Ucrania y la propaganda estatal.
Su acto de protesta ha puesto de relevancia un flujo silencioso, pero constante, de renuncias de trabajadores de la televisión estatal rusa, sometida a un estricto control gubernamental.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dio las gracias a Ovsyannikova y pidió a otros informadores rusos que sigan su ejemplo.
Cualquier periodista que trabaje en el «cuarto poder» de Rusia, argumentó, corre el riesgo de ser sancionado por un tribunal internacional por «justificar crímenes de guerra».
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