
“Perdí a mi hijo. Anoche nos agarró la Guardia Costera. Eso fue plomo y plomo. Me mataron al muchachito en mis manos. A mi hijo le explotaron la cabeza. También me dispararon a mí”, relató la madre de Yoelvis Santoyo Sarabia, un bebé de un año que fue asesinado por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago.
Santoyo Sarabia tomó la decisión de emigrar de Venezuela junto a sus dos hijos para reunirse con el padre de los niños y otros familiares en Trinidad y Tobago.
La Agencia de Las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) aseguró que 6,04 millones de venezolanos continúan saliendo de Venezuela para huir de la violencia, la inseguridad y amenazas, la escasez de alimentos, medicinas y servicios esenciales.
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