
Por Milagros Socorro en La Gran Aldea
Simón Díaz nació en Barbacoas, estado Aragua, a las 8 horas, del día 8, del mes 8, del año 1928; y, como falleció el 19 de febrero de 2014, en su casa de Caracas, hoy se cumplen ocho años de su partida.
En dos años, serán diez. Y entonces, tendrá lugar una serie de eventos de conmemoración que, según informa Bettsimar Díaz, hija del artista y abogada que protege los derechos de autor de su padre desde hace más de dos décadas, comenzarán con un musical sobre la vida y obra del autor de la Tonada de Luna Llena.
-Muchos artistas desaparecen de la atención pública antes de su fallecimiento, ¿cómo diría que es la presencia de Simón Díaz en la memoria de las audiencias?
-Mucha. El tiempo no ha hecho sino fortalecer el legado de mi padre, lo digo, naturalmente, con mucho orgullo y satisfacción. La obra de Simón Díaz ha resonado y sigue haciéndolo con muchas generaciones. Eso no es común, se lo aseguro. Con el tiempo, Simón Díaz se ha convertido en una referencia fundamental de la identidad cultural del venezolano. La celebración y el reconocimiento internacional de sus canciones han generado el escenario perfecto para que nuestra cultura dialogue con el mundo. Y esa vigencia permite que los músicos y compositores contemporáneos puedan decir quiénes y de dónde son, con apenas tres compases. De eso se trata la presencia de Simón Díaz.
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