
María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- El constante aumento de los precios de los alimentos en el mundo comienza a pasar factura en las economías de los países que se han visto golpeados tanto por la pandemia, como por la falta de políticas económicas que reimpulsen los sectores productivos y permitan que los trabajadores tengan mejores ingresos para cubrir sus gastos. Venezuela no es la excepción y es que durante el 2021 los rubros alimenticios aumentaron cerca del 42%, según publicó en diciembre de ese año el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
Para enero del 2022, la situación ha sido aún más compleja, pues los ciudadanos deben enfrentarse a los continuos aumentos con un salario que apenas equivale a 1.5 dólares, en el caso de quienes se desempeñan en la administración pública. Según el OVF, para enero del 2022 la canasta alimentaria se ubicó en $365, es decir, 45,4% más en relación a su valor en enero de 2021, cuando alcanzó los $251.
Según un estudio realizado por Numbeo, cuyo trabajo es comparar los índices del costo de vida de los diferentes países del mundo, estima que Venezuela se ubica en el cuarto lugar de los países de Suramérica con un costo de vida alta.
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