
De aprobarse en segunda discusión en la Asamblea Nacional chavista, la ley de impuesto a las grandes transacciones financieras obligará a todo contribuyente que use divisas a pagar una alícuota entre 2 y 8%
La implementación de esta regla desembocaría en la informalización de transacciones en moneda extranjera para que estas no sean pechadas
Gobierno persigue ampliar su espectro de recaudación y aprovechar la dolarización de facto
Desde el dueño de un bodegón hasta el pensionado que recibe remesas de sus hijos provenientes del extranjero tendrán que pagar un impuesto por emplear divisas en Venezuela, si la Asamblea Nacional chavista aprueba en segunda discusión la reforma a la ley de impuesto a las grandes transacciones financieras.
El pasado 20 de enero de 2022, el hemiciclo vinculado al madurismo avaló en primera discusión la reforma a la ley que persigue captar tributos de todo ente o persona que use moneda extranjera y criptoactivos diferentes al Petro. El porcentaje abarcaría un rango de entre 2 y 8% e incluso podría extenderse hasta 20% en el caso de las grandes empresas.
El diputado de la AN, Ramón Lobo, sostuvo que la ley busca “rescatar la confianza en el bolívar, porque todas las transacciones que se están dando en la economía nacional no son gravadas y eso genera que el bolívar tenga una desventaja en cuanto a la moneda extranjera”.
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