
Que tengamos internet en casa o en el trabajo es el resultado de una tarea titánica que comenzó hace más un siglo.
Más de 1000 millones de metros de cable submarino se han instalado desde el siglo XIX para trasladar datos a grandes distancias.
Y la situación actual en Tonga, la nación insular que ha quedado incomunicada tras la explosión de un volcán submarino, deja en evidencia cuán vital es esta tecnología.
Del telégrafo a internet
Los primeros cables entre continentes comenzaron a instalarse ya a fines del siglo XIX para la red de telégrafos.
La primera de estas grandes venas de comunicación entre continentes se construyó para conectar a Reino Unido con Estados Unidos.
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