
Por Dan Bilefsky en The New York Times
Las protestas en Kazajistán, desencadenadas por el enfado ante la subida de los precios de los combustibles, se han intensificado hasta convertirse en algo más tenso y sangriento: enfrentamientos sobre la futura dirección del país que han provocado una intervención militar dirigida por Rusia y la muerte de decenas de manifestantes que protestaban contra el gobierno. Cientos más han resultado heridos.El Times Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos. Get it sent to your inbox.
El gobierno dijo el viernes que el orden había sido “restaurado en su mayor parte” después de que miles de manifestantes furiosos salieran a las calles de Kazajistán, creando la mayor crisis que ha sacudido al país autocrático del centro de Asia desde su independencia en 1991.
El Ayuntamiento de Almatý, la mayor ciudad del país, fue incendiado. Una turba enfurecida tomó el aeropuerto. Los manifestantes prendieron fuego a los vehículos de la policía y a la sede regional del partido gobernante, Nur Otan. La policía, por su parte, acusó a los manifestantes de ser los responsables de la muerte de 13 agentes y de dejar 353 heridos.
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