Opinión | La crisis de la cadena de suministro es una crisis de mano de obra, por Guy Platten

Credit…Jasper Rietman

Por Guy Platten en The New York Times

Es el secretario general de la Cámara Naviera Internacional.Read in English

Desde Los Ángeles hasta Felixstowe, Inglaterra, Dubái, Emiratos Árabes Unidos, y Shenzhen, China, el mundo está siendo testigo de demoras y escasez de todo tipo, desde juguetes hasta pavos. En el centro de esta crisis se encuentra un sector del transporte que se está desbordando ante la presión de las condiciones de la era de la COVID-19. Los trabajadores que conducen los camiones, pilotean los aviones y tripulan los barcos responsables de trasladar todos estos productos —alrededor de 19 billones de dólares del comercio mundial al año— han cedido hasta su punto de quiebre. Los gobiernos han tardado demasiado en tomar medidas.El Times  Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos. Get it sent to your inbox.

Con el aumento de los precios de la gasolina, los comestibles y otros productos, Estados Unidos debería tomar la batuta para restaurar el orden en las cadenas de suministro antes de que sea demasiado tarde. Con su influencia, Estados Unidos debería persuadir a otros países de atender la causa subyacente de la crisis: las condiciones laborales de los trabajadores del transporte.

Mucho antes de que el Ever Given, el buque de carga de 220.000 toneladas, bloqueara el canal de Suez en marzo, las industrias transportistas ya habían hecho una advertencia pública directa sobre un atascamiento comercial inevitable si no mejoraban las condiciones para los marineros, choferes y pilotos. Para mantener el comercio en movimiento, los trabajadores necesitan con urgencia la agilización del trámite de sus visas, el regreso de los vuelos hacia y desde los puertos y vacunas. En cambio, ha pasado lo opuesto. Las prohibiciones draconianas de los viajes y el acceso limitado a las vacunas han tenido un impacto devastador en el bienestar y la seguridad de los trabajadores del sector transportista. Las tripulaciones no han podido desembarcar sin los documentos adecuados de vacunación, así que salir o entrar a una embarcación se ha vuelto imposible: cientos de miles de ellos han quedado atrapados en sus barcos, por lo que algunos han trabajado varios meses más de los que designaba su contrato inicial. Miles de choferes de camiones en las fronteras internacionales también se han visto forzados a quedarse varados durante días en temperaturas heladas sin acceso a comida ni instalaciones médicas. Los pilotos de los aviones de carga han tenido que hacer cuarentenas prolongadas después de completar vuelos internacionales, por lo que han pasado periodos largos lejos de sus familias.

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