
Por estos días en las calles de Caracas y de otras ciudades del país son comunes los vendedores ambulantes que ofrecen enormes manzanas rojas, verdes y amarillas, uvas “red globe”, peras y ciruelas. Pero son solo un detalle en el auge de las importaciones en Venezuela.
En Las Mercedes, Caracas, hay una copiosa oferta de olorosos pinos naturales venidos de Canadá. Las licorerías grandes y pequeñas ofrecen en todo el país sus variedades de destilados, vinos y espumantes traídos de Escocia, España y América del Sur. Automóviles de lujo, yates, electrónicos de última generación y fiestas de lujo son parte de la oferta diaria en un país con 94% de pobreza.
Son días de fin de año y semana de “Black Friday” en la que tiendas físicas y en línea redoblan sus ofertas tratar de cautivar parte de esa pequeña proporción de compradores con poder adquisitivo que hay en Venezuela.
Lee más en El Estímulo