
Por Rodolfo Izaguirre en El Nacional
Sumar mi nombre a los de Gabriel García Márquez, Ramón J. Velásquez, Rafael Tudela y Rafael Cadenas, designados cada uno en su ocasión miembros honorarios del Caracas Press Club, significa para mí un honor inestimable porque a todo lo largo de mi vida he tratado de mantener una discreción, un bajo perfil, un ego controlado. Es lo que explica la sorpresa que me produce este reconocimiento que hace de mí Álvaro Benavides.
Reconozco que he pasado buena parte de mi vida tratando de encajar en este país marcado por altibajos que producen angustia y desconcierto. Aprecio al régimen democrático por mas imperfecto que sea su comportamiento. Él hace posible mirar a los ojos del vecino de casa y encontrar que en su mirada hay satisfacción y deseos de vivir.
Pero siento que se mantiene aún viva la penosa tradición del mandatario feroz y autoritario; el temor, incluso en tiempos democráticos, de que algún ambicioso militar se sacuda el aburrimiento del cuartel y decida entrar a juro al Palacio y gobernar a su propio capricho.
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