
Por Flaviana Sandoval y Diego Marcano
Carlos Ereú podía ver cómo los 1.744 asientos de la Golden Saal del Musikverein de Viena terminaban de ocuparse. Sentado con su violonchelo en los escalones traseros, al pie de los contrabajos, esperó que el oboe deslizara el “La” con el que tradicionalmente afinan las orquestas antes de una presentación.
Había aterrizado en Viena con el compromiso de ejecutar las once oberturas y nueve sinfonías de Beethoven a lo largo de cinco días. La gira había iniciado en el Palau de la Música de Barcelona y pasado por el Elbphilharmonie de Hamburgo. Sin saberlo, la noche del marzo de 2017, Carlos, primer violonchelista de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, tocaría por última vez en una gira junto a sus compañeros.
Dos días después estallaron en Venezuela las protestas de 2017, en respuesta a la decisión 156 del Tribunal Supremo de Justicia, en la que se atribuyó las funciones de la Asamblea Nacional.
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