
Por Kevin Roose
Cuando Mark Zuckerberg apareció en Connect, la conferencia virtual de Facebook celebrada el jueves, sonriendo mientras caminaba por habitaciones impecables llenas de muebles modernos de mediados de siglo, parecía un hombre sin presiones.
¿Informante? ¿Cuál informante? ¿Una vieja crisis de confianza que tiene a los reguladores furiosos, a los empleados huyendo y a los legisladores comparando a Facebook con las grandes tabacaleras? Nada de eso.El Times Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos. Get it sent to your inbox.
En cambio, Zuckerberg y sus lugartenientes expusieron alegremente su visión para el llamado “metaverso”, el entorno virtual inmersivo que Facebook —una empresa que, a partir del jueves, pasó a llamarse Meta aunque todos, excepto algunos periodistas financieros muy comprometidos, probablemente seguiremos llamándola Facebook— está tratando de construir.
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