
Por Carolina Jaimes Branger en El Nacional
El 23 de agosto de 1944, ante el avance de la II División Blindada a mando del general Leclerc, Hitler dio la orden expresa de destruir París si el enemigo tomaba la ciudad. Los puentes del Sena estaban listos para ser volados y los V-1 prestos para ser lanzados sobre la ciudad. Por fortuna para la humanidad, el gobernador alemán de París era el general Dietrich von Choltitz, quien desde el 7 de agosto había recibido –y desobedecido– órdenes expresas de Hitler de destruir la ciudad. Dicen que cuando el enfurecido Führer lo llamó el 25 de agosto desde el cuartel general situado en Rastenburg y le preguntó: «¿Arde, París?», Von Choltitz respondió: «No, París no arde. La historia no me lo perdonaría».PublicidadPublicidad
Venezuela, 3 de septiembre de 2021. Cuando escribo este artículo, ya ha comenzado la segunda ronda de negociaciones entre la oposición y el régimen en México. Juan Guaidó, representante de nuestro país ante las democracias más sólidas del mundo, ha apostado todo al resultado de las negociaciones. Y Maduro puede decir misa, pero el hecho real es que está sentado con quienes, supuestamente, “desprecia”. Eso es muy significativo. Pero –siempre hay un “pero” en Venezuela– es la misma oposición la que se está haciendo el harakiri UNA VEZ MÁS.
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