
SINGAPUR — Inglaterra ha eliminado casi todas las restricciones impuestas por el coronavirus. Alemania permite que las personas vacunadas viajen sin necesidad de hacer cuarentena. Italia ya casi no obliga a usar mascarillas. Los centros comerciales siguen abiertos en Singapur.
Dieciocho meses después de que recién apareció el coronavirus, los gobiernos en Asia, Europa y América animan a sus poblaciones a volver a su ritmo cotidiano habitual e instalarse en una nueva normalidad en la que el metro, las oficinas, los restaurantes y los aeropuertos vuelven a estar llenos de gente. El mantra se escucha cada vez más al unísono: debemos aprender a vivir con el virus.
Sin embargo, los científicos advierten que las estrategias de salida de la pandemia podrían ser prematuras. El surgimiento de variantes más transmisibles significa que incluso los países adinerados donde hay vacunas en abundancia, entre ellos Estados Unidos, siguen siendo vulnerables. Lugares como Australia, que cerraron sus fronteras, están dándose cuenta de que no pueden mantener el virus fuera.
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