
Caracas.- La hija del Che Guevara, doctora Aleida Guevara March, siempre ha lucido muchos kilos de más, nada parecido al peso de los cientos de famélicos cubanos que vimos tomar las calles para protestar contra el gobierno que ella defiende insultando y mintiendo.
A esos miserables cubanos que ya no soportan la miseria y el maltrato, ella los llama «gente de baja calaña»y «bobos», nada parecido a la poética comunista de Fidel quien los describía a voz en cuello como «Esta gran humanidad que ha dicho basta y ha echado a andar», más o menos lo mismo que hemos visto en las calles de la Cuba de hoy, vaya ironía.
La hija del Che Guevara también ha viajado mucho. Cuenta con tremendo pasaporte más la libertad de ir donde quiera, siempre blandiendo la banderita de su famoso papá a cuestas. Ha viajado con su hija, también rozagante, a México, Chile, Argentina, Venezuela – donde vino a presentar el libro donde entrevistó a Hugo Chávez escrito en 2005 cuando la chequera venezolana era muy generosa con los Castro- y más recientemente a Italia, a Palermo adonde quería ir – sus deseos son órdenes entre los comunistas de cafetín de Europa- para celebrar el cumpleaños de su famoso papá y dar algunas conferencias (¿gratis?), de donde continúo a Catania y Messina a hablar del bloqueo, toda una novedad, y al cual culpa ahora por la falta de jeringas que sufre la isla.
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