Cada punto en el mapa es un “fuego activo”, un incendio potencial casi en tiempo real, detectado y procesado por la NASA. En el terreno, cada foco representa 0,14 kilómetros cuadrados, el equivalente a 17 canchas de fútbol. Las Áreas Protegidas de Venezuela, espacios bajo administración especial para la conservación de su biodiversidad, son polígonos turquesa.

El sensor VIIRS, a bordo del satélite JPSS-1/NOAA-20, escanea la superficie terrestre y registra anomalías de temperatura y reflectancia de luz. Luego un algoritmo procesa los píxeles para mejorar la detección de fuegos activos. Pero no todos estos fuegos son incendios. Muchas refinerías de PDVSA poseen antorchas o quemadores de gas natural que aparecen como focos de calor. También ocurre con otras industrias. Puedes buscar pistas sobre cada caso haciendo zoom in para observar el contexto.

Los focos se actualizan automáticamente cada 24 horas con datos públicos disponibles en la página del Sistema de Información de Incendios para la Gestión de Recursos (FIRMS) de la NASA.

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