
El antiguo periodista Martín Pacheco, a salvo ya de un contagio leve de covid-19 que afectó a todo el personal del consulado de Maduro en Vigo (Galicia, España), viajó el martes 27 de abril hasta La Coruña. Fue al puerto con su tropa y protagonizó un acto que llamó de “rescate de la soberanía nacional”.
Subió a la popa del barco pesquero Brago e izó una pequeña bandera venezolana. Esa embarcación había estado bajo embargo preventivo de los tribunales mercantiles y bajo custodia de las autoridades portuarias españolas desde hace unos seis años.
Inmediatamente una breve pieza de video fue distribuida por la embajada de Maduro en Madrid, y replicada en todos los medios oficiales venezolanos. Aparece Pacheco halando el cordel (un mecate de plástico), y de prisa en el vulgo memorioso reaparecieron las imágenes del aquel jefe de prensa de Miraflores, en posición de tácito supino, sirviéndole café a su comandante Chávez.
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