
Por Margarita López Maya en La Gran Aldea
Uno de los desarrollos políticos más visibles y novedosos de los meses recientes en Venezuela han sido las diversas iniciativas y actividades realizadas por organizaciones de la sociedad civil con miras a encontrar soluciones puntuales y no tan puntuales a problemas urgentes de nuestra sociedad. Esta es una buena noticia para todos quienes estamos comprometidos con la lucha por superar la Emergencia Humanitaria Compleja y aspiramos a la vuelta a la democracia en Venezuela.
Las organizaciones que conforman el muy variado y complejo mundo de la sociedad civil tienen características y objetivos por lo general bastante distintos entre sí y con las organizaciones políticas. Los propósitos de estas estructuras son diversos. Defienden derechos de la ciudadanía, y en ese sentido se organizan para atender problemas sectoriales, puntuales, derechos particulares. Organizaciones comunitarias y vecinales, por ejemplo, se centran en los problemas de sus vecinos; los sindicatos y gremios en luchar por los derechos del trabajador; las feministas, por el derecho de las mujeres; las indígenas por los derechos de comunidades indígenas; las empresariales por los derechos de los productores agropecuarios, manufactureros y comerciales; las ONG electorales, por el derecho al voto, y así.Las organizaciones sociales son bastante distintas a los partidos políticos. Empezando porque no aspiran a gobernar a la sociedad.
La vocación por el poder no es la finalidad de ellas. Tampoco están concebidas para construir programas políticos, pues cada organización más bien se ocupa de un aspecto, derecho o dimensión de la realidad. Están especializadas. Son los actores políticos quienes escuchando estas voces están llamados a tener una visión global, y así articular las complejas y diversas dimensiones de la vida en sociedad en proyectos de país. Los partidos oyen a las bases de la sociedad y a sus estructuras organizativas y con las propuestas tienen el desafío de diseñar apegados a ellos, un proyecto de futuro que garantice la paz y el disfrute de condiciones de dignidad y desarrollo para todos.
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