
Por Vanessa Davies en Contrapunto
“La tragedia del país se parece a Hamlet, donde la venganza es lo que te conduce”, asegura el director y actor de teatro. “La acción habla más claro que las palabras. Los políticos hablan mucha pendejada, ese pareciera ser su oficio”, critica. “En Venezuela dicen que tenemos dos presidentes y tengo la sensación de que no hay ninguno, pero actúan como tales”, subraya. El gran reto de la oposición es clarificar su mensaje, y si para llegar allí debe caminar descalzo por clavos calientes, debe hacerlo, insiste. “Si en el país seguimos en el ojo por ojo todos nos quedamos ciegos”
Un “mierda” de vez en cuando les da un peso a las frases y un énfasis a los argumentos, y el director y actor de teatro Héctor Manrique tiene la medida de esas palabras que pueden quedarse cortas o ser muy largas. Manrique siempre guarda una noticia debajo del brazo: está comenzando los ensayos de una nueva obra de teatro del dramaturgo Gustavo Ott. Se llama Todas las películas hablan de mí, pieza ganadora del concurso de dramaturgia y se estrenaría a finales de julio en el Trasnocho.
Pero esta pieza va a su paso, y Manrique no adelanta nada que pueda echar a perder la sorpresa. Del teatro se pasa, inevitablemente, al estado de la cultura, e identifica lo que sucede como un acto de resistencia.
“Resistencia al cuadrado. Porque todo se ha complejizado muchísimo más. Los espacios de posibilidad de creación con la pandemia se han reducido prácticamente a lo mínimo. Hoy es el primer estreno que se hace de una obra de Javier Vidal en el Trasnocho. Estoy en el comité de programación del Trasnocho y ha sido muy complejo y difícil el trabajo”, explica. “Cuando comenzamos en enero, febrero, la gente acudió, y muchísimo, pero se paró por la crisis después del Carnaval. Y es muy complejo llevar a la gente al teatro; te hablo de un pequeño oasis que es el Trasnocho”.
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