
POR Mari Montes
“Quisiera vivir suficiente para ver llegar a Miguel Cabrera al Salón de la Fama”. Peter Gammons, 2003.
La imagen del jonrón 488 de Miguel Cabrera ya es leyenda. Lo es desde que le dio a la pelota. Claro, se trata de uno de los mejores bateadores de la historia del juego, en cuenta regresiva para alcanzar el hito de los 500 vuelacercas, un número que significa habilidad, contacto, poder, trayectoria, sabiduría. Hay que haber visto muchas pelotas para acumular 500 por encima de las cercas. Es habitual que ante el inicio de una temporada se hagan pronósticos y se hable de lo que puede suceder con los jugadores y sus metas. Este 2021, Miguel Cabrera fue uno de esos temas, porque en la zafra pasada llegó a 487 jonrones, a 13 de la mítica cifra.
Se despidió de los entrenamientos de primavera con jonrón y los Tigres se fueron a Detroit. Estábamos pendientes de ese juego.
El Comerica Park abrió sus puertas al público, por primera vez, desde septiembre de 2019. El año pasado la pandemia obligó a jugar sin fanáticos, así que el “Opening Day”, que siempre es un día especial, era mucho más especial que de costumbre.
Lo mejor estaba por venir …
La nevada se anticipó al juego que comenzó con puntualidad de Grandes Ligas, a la 1:10 de la tarde. El termómetro marcaba cero grados centígrados, cuando el árbitro principal, Craig Gibson, cantó “Play Ball!”.
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