
POR Sian Beilock
Fotografía de Loic VENANCE | AFPTEMAS PD
NUEVA YORK – Muchos gerentes están tratando el desplazamiento al trabajo desde casa, situación inducida por la pandemia de este año, como si fuera teletrabajo estándar. Pero no lo es, y operar bajo el supuesto de que sí lo es, puede dañar, en última instancia, la moral de los empleados. Si bien a los trabajadores de oficina normalmente les está yendo comparativamente mejor que a los trabajadores esenciales durante la pandemia, el abrupto cambio al trabajo a distancia fue inquietante y sus efectos no deben pasarse por alto.
Los expertos en liderazgo y los científicos cognitivos pueden dar fe de que la resistencia al cambio tiene menos que ver con el cambio propiamente dicho y más con la pérdida de control y el miedo a la incertidumbre. Los seres humanos, y otros animales, en lo que cabe respecto al tema aquí tratado, responden a la defensiva cuando se elimina el poder de tomar decisiones sobre sus propias vidas. Además, en un estudio reciente sobre la pandemia COVID-19 y la salud mental, los investigadores hallaron que los adultos encuestados en Estados Unidos y cinco países europeos que creen que otras personas o el azar dictan primordialmente lo que les sucede, también reportan mayores síntomas de depresión.
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