Opinión | Pedro Carreño de inteligencia no se va a morir, por Elizabeth Fuentes

Por Elizabeth Fuentes en la Gran Aldea

“Toero” de la política y el fashion design, este peso pesado del chavismo antiguo acumula en su corpulenta humanidad más errores y equívocos que  grasa  rebelde o corbatas Vuitton  en el closet. Su ahora presunto regreso a las lides parlamentarias podría servir de excusa perfecta para elaborar una Biografía no Autorizada de este campeón de las equivocaciones, este utility del poder cuya leyenda negra parece escrita de su puño y letra, como si no le importara un comino hacer el ridículo a viva voz.

Su anti currículum debería leerse de mayor a menor metida de pata, el mismo historial que le sirvió a Henry Ramos Allup para aquel bautizo lapidario que desde entonces acompaña a Pedro Carreño como un tatuaje perenne: “De inteligencia no te vas a morir”, le golpeó directo al hígado el entonces Presidente de la Asamblea Nacional. Frase aplastante que sembró carcajadas hasta en la bancada del PSUV y dejó sin respuesta al capitán acusado, entre otras minucias, de estafa agravada a las Fuerzas Armadas (FFAA) años atrás cuando administraba una cantina militar, quizás el primer y único trabajo conocido del integrante de aquel grupo de golpistas que nunca supo cómo era eso de cobrar quince y último con el sudor de la frente y, en su lugar, optaron por los caminos verdes, valga la metáfora.

A su jugoso anecdotario habría que endosar desde el caso Vladimiro Montesinos -“está muerto, está muerto”, aseguraba -hasta el espionaje vía DirecTV-, aunque más nutritivo es el grueso expediente sobre sus presuntos bienes de fortuna y que se inicia durante a su paso fugaz por el Ministerio de Interior y Justicia, donde dejó su primer celaje sospechoso. Se le señaló entonces de haber firmado un contrato multimillonario con una “empresa” cubana que a su vez subcontrató a una empresa holandesa, y para ello su ministerio ¿destinó? 172 millones de dólares (“para actualizar el sistema de cedulación nacional”, fue la excusa), transacción sobre cuya transparencia Carreño jamás pudo responder ni pío. Así como tampoco pudo manejar eficientemente el cargo porque mientras lucía sus corbatas de 300 euros frente a la prensa, las cifras de violenciadelincuencia e inseguridad en Venezuela sumaron 13.156 homicidios en un año, según el Observatorio Venezolano de Violencia, el Cicpc y del Instituto Nacional de Estadísticasmás 353 secuestros28.300 atracos y 27.454 robos de autos. Cifras que crecieron el año siguiente cuando Carreño abandonó el cargo con más pena que gloria.

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