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El día en que Elizabeth Martucci y su hijo de 11 años fueron diagnosticados como recuperados del coronavirus, salieron de su casa en la costa de Jersey, en Estados Unidos, con algo de tiza para dejar un mensaje en la entrada.
“Somos sobrevivientes de la COVID-19”, escribieron.
“Pensé en decirle a todo el mundo: ‘Tuve esto y ahora estoy bien’, solo para mostrarle a las personas que no es una sentencia de muerte”, dijo Martucci.
También compró camisetas con la leyenda “Sobreviviente de la COVID-19”, anticipando que algunos de sus vecinos de la calle cerrada en la que vive en Cape May Court House podrían sentir alguna incomodidad.
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