Un funcionario iraní aseguró sin ninguna evidencia que la epidemia podía ser un arma biológica de Estados Unidos, después de que unos funcionarios estadounidenses dijeron lo mismo sobre China. Arabia Saudita señaló que sus casos eran culpa de Irán. Corea del Sur arremetió contra Japón por las restricciones a los viajes y respondió de la misma manera.
En una época de crisis global, cuando el nuevo coronavirus ha infectado a más de 100.000 personas, ha cobrado más de 3400 vidas y casi ha cerrado industrias enteras, los científicos y los funcionarios de salud pública del mundo están trabajando juntos a través de fronteras nacionales e ideológicas para detener la epidemia.
Sin embargo, a medida que el virus sigue propagándose con rapidez, los líderes políticos de muchos países parecen haber aprovechado una pregunta diferente: ¿de quién fue la culpa?
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