WASHINGTON — En otros tiempos, en otro Washington, quizás este sería el momento que cambiaría el rumbo de la presidencia. Un exasesor de seguridad nacional estadounidense confirmó el tema medular del actual juicio político en contra del presidente de Estados Unidos: a pesar de negarlo, el mandatario condicionó la ayuda de defensa a un país aliado, devastado por la guerra, a que cooperara contra sus rivales políticos.
A primera vista, el relato de John Bolton sobre los comentarios en privado que hizo el presidente Donald Trump suena muy parecido a la grabación considerada como prueba irrefutable de que Richard Nixon, expresidente estadounidense, en verdad había organizado el encubrimiento en el caso Watergate y gracias a la cual, a fin de cuentas, tuvo que dejar el cargo. Para el lunes en la noche, parecía que la revelación haría más probable que el Senado aceptara que comparecieran testigos en el juicio.
Pero esta es la era de Trump y el Washington de Trump, y las antiguas reglas no siempre se aplican. La estrella de un programa de telerrealidad que fue electo presidente de Estados Unidos —incluso después de que se hiciera pública la grabación de Access Hollywood en la que se le escucha presumir sobre haber cometido acoso sexual—, ha logrado sobrevivir a una tormenta política tras otra durante sus tres años en la Casa Blanca. Esto prueba que Donald Trump es más resistente que cualquier otro político estadounidense en la historia moderna de este país.
Lee más en The New York Times