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WASHINGTON — Durante tres años, los detractores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han manifestado sus inquietudes sobre la manera en que manejaría una crisis internacional real. Advertían que un comandante jefe conocido por sus reacciones impulsivas podría extralimitarse y, con ello, provocar consecuencias alarmantes.
En los momentos de enojo y arrebato posteriores al ataque del dron estadounidense que asesinó al general iraní Qasem Soleimani, Trump está ante un momento decisivo que demostrará si esos críticos estaban en lo correcto o si se equivocaron al juzgarlo.
“Probablemente haya llegado el momento que todos temíamos”, escribió el fin de semana en Twitter Christopher Murphy, senador demócrata del estado de Connecticut que ha sido muy crítico con Trump. “Un presidente inestable que se ve rebasado por la situación y entra en pánico cuando ya todos sus asesores experimentados han renunciado y solo quedan los principiantes que lo adulan. Asesinar a líderes extranjeros, anunciar planes de bombardear a los civiles. Una pesadilla”.
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