El País | ‘Apolo 12’: 50 años del segundo viaje a la Luna

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Por RAFAEL CLEMENTE en El País

Tras el éxito del alunizaje del Apolo 11, la NASA decidió programar el siguiente vuelo dentro del mismo año, siguiendo la consigna de Kennedy de alcanzar la Luna “antes de que termine el decenio”.

Pero la misión del Apolo 12, que alunizaba hace hoy 50 años, iba a ser muy distinta en complejidad, objetivos e incluso en la relación que mantenían entre sí sus tripulantes. Armstrong y Aldrin se habían tratado siempre con un respeto distante. Quizá imbuidos de la trascendencia histórica de su viaje, en él no hubo lugar para bromas ni comentarios relajados. El Apolo 11 fue un viaje de ingeniería, cuyo principal objetivo era demostrar que el descenso en la Luna (y posterior regreso) era posible. No importaba mucho la precisión de la maniobra, mientras ésta fuera segura. Y el hecho de permanecer en la superficie sólo durante un par de horas no dejaba mucho margen a hacer ciencia. Buena parte de él se consumió en ceremonias protocolarias, desde el izado de bandera y posterior conferencia telefónica con Nixon hasta el descubrimiento de la placa conmemorativa. Después de su aventura, Armstrong, Aldrin y Collins siguieron sus respectivos caminos, sin apenas volver a coincidir salvo en las contadas ocasiones en que la NASA los convocaba para alguna celebración.

Desde el primer momento estaba claro que este sería un equipo muy diferente. Dispuestos a realizar una misión impecable, los tres hombres eran conscientes de que iba a ser el viaje de sus vidas e iban a disfrutarlo

 

La tripulación del Apolo 12 (Pete Conrad, Richard Gordon y Alan Bean) era otra cosa. Los tres eran aviadores navales y Conrad había sido el instructor de Gordon y Bean en la escuela de pilotos de prueba donde establecieron una buena amistad; en cuanto a experiencia en el espacio, Conrad había servido como copiloto en la Gemini 5 y volvió a volar en la Gemini 11, llevando a su lado al mismo Gordon. Bean nunca había salido al espacio pero Conrad tenía tan buena opinión de él que pidió expresamente que fuera asignado a la tripulación del Apolo. Como piloto del módulo lunar, le correspondería bajar a la Luna junto con el comandante.

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